Su práctica elimina las tensiones propias del cáncer: la relajación produce tranquilidad, armonía y paz, en búsqueda de lograr una sensación corporal plena.
El cáncer es una enfermedad que suele ocasionar tensiones, en especial en el primer momento, cuando la persona afectada recibe la primera información sobre el mal que la aqueja.
Los masajes siempre se orientan a la relajación muscular de cada zona trabajada. María Cecilia Ardoy trabaja con los enfermos y con sus familiares o cuidadores, ya que las tensiones suelen extenderse al círculo cercano del paciente, explica: