Tradicionalmente el cáncer ha sido tratado con quimioterapia o radioterapia, principales opciones para atacar las células tumorales, además de la cirugía. Desde hace unos años las investigaciones avanzan hacia un nuevo enfoque: la inmunoterapia, estrategia que busca destruir al tumor a través de nuestro sistema inmunológico.
Desde el siglo XVIII la inmunología hizo grandes avances, especialmente con vacunas y otras medicinas que combaten eficazmente a las bacterias y virus. Pero ante el cáncer se pensaba que el sistema inmune, a pesar de reconocer a las células tumorales, no podía eliminarlas. Ahora se ha comenzado a ver que esto no es así, que nuestro sistema inmunológico puede ser capaz de reconocer, atacar y erradicar al tumor.
En nuestras investigaciones observamos que las células tumorales evaden el sistema inmunológico y sobreviven, para continuar creciendo y generando metástasis, dice Rabinovich.
Esta evasión o freno a la respuesta inmunológica – agrega – se logra, entre otros mecanismos, a través de los llamados checkpoints inmunológicos o puntos de control. Para comprender esto, imaginemos que el sistema inmunológico es un auto, con acelerador y frenos. El acelerador activa nuestras defensas, mientras el freno las detiene.
Para resolver esta situación – explica Rabinovich – los investigadores estamos creando inhibidores de checkpoints, que desactivan los frenos y permiten que el sistema inmunológico acelere y ataque al tumor a la máxima velocidad.
Recientemente se aprobaron en Estados Unidos y Europa varios inhibidores. Son anticuerpos monoclonales que se dirigen contra los checkpoints: el Ipilimumab, el Pembrolizumab o el Nivolumab que sirven para el tratamiento del melanoma metastásico y algunos tipos de cáncer de pulmón.
La efectividad de estas terapias se está probando en otros tumores. Así, el panorama es alentador. La inmunoterapia o terapia inmunológica fue considerada “el avance del año” en la prestigiosa revista Science de diciembre de 2013.