Científicos argentinos vislumbran una terapéutica personalizada

Cuando la Fundación SALES decidió apoyar al Dr. Gabriel Rabinovich, en 1999, becó a la vez a una joven científica, Natalia Rubinstein. La Fundación asignó otra beca a la Dra. Claudia Pellizas (Universidad Nacional de Córdoba) que acababa de publicar un trabajo sobre el rol de las hormonas   tiroideas en el cáncer, en una de las revistas científicas más importantes del mundo: Cancer Research.

Dra. Pellizas ¿qué es una hormona y cuál es su función?

Para que una hormona pueda actuar, necesita reconocer un objetivo, un blanco, en este caso una célula sobre la que actuará. Esto se asemeja a una llave con su cerradura. Cuando la hormona (llave) reconoce el lugar donde tiene que actuar (cerradura) “abre la puerta” y tiene efecto, actúa.

En nuestras investigaciones logramos demostrar que la hormona tiroidea actúa biológicamente sobre determinadas células – las células dendríticas – que combaten el cáncer: les aumenta el tiempo de vida, las mejora y les acrecienta su capacidad para combatir agentes extraños como los tumores. Nuestras investigaciones se concentran en las hormonas que produce la glándula tiroides.

¿Cómo actuarían estas hormonas en un paciente con cáncer?

Nuestros estudios apuntan a la llamada inmunoterapia, o sea a combatir el cáncer con nuestras defensas naturales. Se trataría así de lograr una vacuna con células dendríticas. La vacunación consistiría en extraer de la sangre del paciente sus propias células dendríticas, a las que se haría un tratamiento para que maximicen su capacidad de destruir al tumor. Se transformarían así en células dendríticas capacitadas que se reintroducirían en el mismo paciente.

Así, estos tratamientos inmunoterapéuticos serían personalizados, pues se trabajaría sobre las células dendríticas y el tumor de cada paciente.

Nuestro trabajo mereció reconocimiento internacional, al publicarse en Cancer Research, prestigiosa revista de la American Association for Cancer Research (AACR), lo que nos puso muy contentos.

 ¿La futura terapéutica contra el cáncer será entonces personalizada?

La terapia personalizada en tumores es bastante reciente y el nuestro es un buen ejemplo. Las células son del paciente y, una vez tratadas, se le vuelven a inyectar, mejoradas, capacitadas. Esto realza la eficiencia del tratamiento porque en inmunología hay que tener cuidado de no disparar alguna reacción desfavorable o exacerbada. El riesgo se minimizará con tratamientos de vacunación con células dendríticas.

 

 

 

 

 

 

 

La joven científica que emigró a Inglaterra y decidió volver, nos cuenta su pasión por investigar el cáncer y su objetivo de curarlo

 

Recibió el Premio al Mejor Investigador Joven de Europa, publicó en destacadas revistas y le ofrecieron buenos recursos para quedarse, pero prefirió “apostar” por la Argentina. Entrevistamos a María Romina Girotti, joven científica que emigró a Inglaterra y decidió regresar para integrarse al equipo que dirige Gabriel Rabinovich, con apoyo de la Fundación SALES y del CONICET. Ella acostumbra a trasladar los resultados de las investigaciones a los pacientes, objetivo que coincide con los trabajos de Rabinovich. María Romina nació en Bahía Blanca hace 34 años.

 

¿Por qué emigraste a Inglaterra y ahora decidiste volver?

Cuando terminé el doctorado en el Instituto Leloir de Buenos Aires, decidí irme a Inglaterra (2011) a uno de los centros más importantes de Europa: el Institute of Cancer Research (ICR). Quería investigar más cerca del paciente, con infraestructura y recursos económicos, con los cuales no contamos en nuestro país. Hice mi primer postdoctorado y descubrí los mecanismos de resistencia a las terapias convencionales en pacientes con melanoma, el más grave cáncer de piel. Investigaba directamente con muestras de pacientes e informaba a los médicos los resultados en tiempo real.

Mi segundo postdoctorado fue en el Cancer Research UK Manchester Institute, de la ciudad de Manchester, donde logramos dos nuevas medicinas para pacientes que resisten las terapias convencionales y para los cuales no hay opciones.

Mi experiencia fue excelente pues los trabajos se publicaron en las mejores revistas internacionales y obtuve premios importantes. Las nuevas drogas que generé están en un Ensayo clínico de Fase I en dos hospitales de Inglaterra.

El Instituto de Manchester me ofreció quedarme para establecer mi grupo, con un presupuesto de 4 millones de dólares y también tuve ofrecimientos de los Estados Unidos. Sin embargo, decidí apostar por mi país y volver a la Argentina.

Cuando falleció mi abuela Catalina, viajé por cuatro días a la Argentina. De repente tomé conciencia de las distancias que nos separan. Mi familia fue el principal apoyo y sostén de mi carrera. De ella aprendí el significado y el valor del esfuerzo y el sacrificio. Siempre estuvo a mi lado en cada paso y en cada logro.

 

¿Por qué elegiste investigar el cáncer?

Siempre me apasionó conocer su complejidad biológica, la falta de tratamientos, las resistencias a las terapias existentes y la necesidad de hacer diagnósticos más tempranos.

Como no había investigación en cáncer en Bahía Blanca, después de recibirme de bioquímica en 2004 en la Universidad Nacional del Sur (con el mejor promedio), fui a Buenos Aires al Instituto Leloir. Allí, durante mi doctorado, confirmé que lo que quería investigar eran las nuevas terapias. Elegir la ciencia y la excelencia fue siempre una meta en mi vida. Quiero aportar todo lo que pueda para encontrar una cura para el cáncer.

El cáncer me parece el desafío más grande, pues su incidencia aumenta año a año: se estima que en 10 años, una de cada dos personas desarrollará algún tipo de cáncer. Es necesario entender la enfermedad, diagnosticarla de forma temprana y desarrollar nuevas terapias.

 

¿Por qué investigarás en el laboratorio de Gabriel Rabinovich?

Conocí los trabajos de Gabriel cuando él colaboraba con científicos del Instituto Leloir. La calidad de sus investigaciones y publicaciones, me hicieron ver que ése era el lugar indicado para establecer mi grupo de investigación en la Argentina.

Él me dio todo el apoyo para investigar la inmunología del cáncer, trabajar con pacientes que no responden a las terapias convencionales y estudiar la resistencia a las inmunoterapias.

 

¿Cuál sería tu mayor objetivo científico?

Encontrar un tratamiento que controle el cáncer, investigar en mi país y no tener que volver a emigrar.

María Romina recibió el Premio al Mejor Investigador Joven de Europa 2015, por “haber proporcionado conocimientos cruciales sobre los mecanismos moleculares que subyacen a la resistencia a las terapias del melanoma”. El Premio lo otorga la European CanCer Organisation, que reúne a más de 60.000 científicos. La científica lo recibió en Viena y se lo entregó el presidente de la European Association for Medical Oncology, Dr. Rolf Stahel

(2017)

Hace más de 40 años la Fundación SALES sostiene a científicos en instituciones creadas por nuestros Premios Nóbel Bernardo Houssay y Luis F. Leloir

En 2006 el oncólogo español José Ramón Germá Lluch, decía que “por fin la mitad de la botella vacía es menor que la mitad llena: en países como EE.UU. o España, el 64% de los cánceres se cura.”

Y en 2009 el presidente de la American Society on Clinical Oncology, Richard Schilsky, informaba que “en EE.UU. el riesgo de morir por cáncer retrocede desde hace 15 años.”

Al celebrarse el cuadragésimo aniversario de nuestra creación informamos sobre el aporte de la Fundación SALES y los avances logrados en casi cuatro décadas:

Desde 1988 sostenemos las investigaciones del Dr. José Mordoh, discípulo del Premio Nobel Luis F. Leloir, en la Fundación Campomar, hoy Fundación Instituto Leloir. Mordoh y sus científicos están cercanos a lograr una vacuna terapéutica contra el melanoma, el más grave cáncer de piel, que no tiene medicina eficaz.

El cáncer de piel es común y el que más crece en el mundo, por lo que el aporte de nuestros científicos tendrá alcance mundial.

 

Desde 1996 dimos fondos a la Dra. Claudia Lanari, cercana a lograr una terapéutica para un tipo de cáncer de mama que carece de medicina eficaz. Ella investiga en el Instituto de Medicina y Biología Experimental (IBYME) que creó nuestro primer Premio Nobel en ciencias, Bernardo A. Houssay.

 

Desde 1999 sostenemos las investigaciones en inmunología del cáncer, que dirige también en el IBYME el Dr. Gabriel Rabinovich, cuyo laboratorio instalamos y equipamos. Sus trabajos tuvieron resonancia internacional pues descubrió la proteína Galectina 1, que favorece varios tumores pues les permite escapar de nuestras defensas.

Por la juventud del grupo evitamos que emigrara, ya que tuvo ofrecimientos de otros países. Por ello firmamos con el CONICET un acuerdo con la Universidad de Harvard, que se interesó en sus trabajos, y juntos colaboran ahora para combatir la Galectina 1.

 

Antes de iniciar nuestro apoyo a las mencionadas investigaciones, la Fundación SALES construyó un moderno Laboratorio al Premio Nobel Leloir – que trabajaba en una antigua escuela, luego hogar de ancianos – cuyas fotografías sorprendían por la precariedad y falta de recursos.

El día de su inauguración, en 1985, Leloir recordó los intentos fallidos para construirlo y dijo: “La colaboración de los miembros de la Fundación SALES fue determinante para el éxito del proyecto, pues lograron los recursos necesarios para concretarlo. Quiero destacar y agradecer su valiosa participación y la de sus donantes.”

El costo del Laboratorio fue de US$ 10 millones.

Más recientemente, en 2012, inauguramos la moderna Biblioteca Bernardo A. Houssay, en el IBYME – Obligado 2490, en Belgrano – donde investigó el Premio Nobel hasta su muerte. La construimos y equipamos con computadoras, sala de proyecciones y un ámbito que recuerda a Houssay con la biblioteca y el mobiliario que él utilizaba.

El costo de la Biblioteca fue de US$ 515.000.

Deseamos recordar la colaboración que tuvimos durante 22 años, de China Zorrilla, madrina de nuestras campañas. Ella convocaba con entusiasmo a los donantes, con mensajes y testimonios en los que solía decir: “Lo importante del apoyo es cuando todos podemos dar.”

Poco después de nuestro aniversario superamos los 100.000 donantes históricos individuales, que aportan pequeñas sumas mensuales.

Cómo sostiene la Fundación SALES estas investigaciones

Los avances contra el cáncer de reconocimiento mundial que han hecho los investigadores desde la Argentina, han sido posibles gracias al aporte de decenas de miles de donantes, y en especial de dos familias

Así, más de 100.000 aportantes de pequeñas sumas mensuales a nuestra Fundación, y las familias Ferioli y Ostry, han sido protagonistas de hechos científicos sin precedentes en el país al apoyar a nuestros equipos de investigadores. Los científicos investigan en esta gran escuela que originó nuestro Premio Nobel Bernardo Houssay, cuyo discípulo Luis F. Leloir también obtuvo otro Premio Nobel.

Debemos destacar muy especialmente que, desde 2001, Jorge Ferioli, empresario y miembro del Consejo de Administración de la Fundación SALES, muy sensible al apoyo a la investigación científica, decidió donar todos los años un fondo que se destina íntegramente al grupo que dirige Gabriel Rabinovich. Ferioli dona junto a su familia y la de su esposa, Silvia Ostry, constituyéndose en un destacado ejemplo de solidaridad hacia la inteligencia argentina.

Evitamos de esta manera la emigración de jóvenes científicos que investigan en el país y lograron importantes avances contra el cáncer. Rabinovich comenzó a recibir ayuda económica de SALES en 1999. El grupo creció en estos 15 años: la Fundación SALES becó a 41 jóvenes científicos, los dotó de todo el mobiliario y 40 equipos de laboratorio, permitió que asistieran a congresos y meetings científicos financiándoles 120 viajes al exterior. En total se aportaron más de 2 millones de dólares.

El trabajo de los jóvenes que dirige el Dr. Rabinovich tuvo repercusión internacional, al punto que la Universidad de Harvard se interesó en él. La Fundación SALES y el CONICET – al que pertenecen los investigadores – firmaron un Convenio con esta universidad norteamericana, número uno del mundo, para el desarrollo de la medicina que seguramente surgirá de esta investigación.

Rabinovich comenzó a investigar en un laboratorio de la Facultad de Medicina (UBA), con dos becas que le otorgamos a él y a una joven científica, Natalia Rubinstein. Con el tiempo el grupo creció y fue necesario trasladarlo a otro laboratorio. El entonces presidente del CONICET, Eduardo Charreau, ofreció un espacio en la Biblioteca del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), que deseaban desmantelar para construir otra más moderna.

En el IBYME, que creó y presidió el Premio Nobel Bernardo Houssay, SALES instaló el nuevo laboratorio de Rabinovich y compró 22 equipos de investigación, varios de alta tecnología, para que su grupo investigara adecuadamente. El Dr. Charreau pidió a SALES construir la nueva Biblioteca, que se llamó Bernardo A. Houssay e inauguramos en 2012.

El grupo Rabinovich creció y realizó trabajos que, desde 2004, tuvieron repercusión mundial.

A la fecha nuestra Fundación le otorgó al equipo 45 becas por US$ 1.449.741 (expresamos los valores en dólares actualizados, pues la inflación en esta moneda es menor).

Compramos en total 40 equipos de investigación, por US$ 585.050, cuyo mantenimiento y reparaciones costaron US$ 78.325; financiamos 170 viajes a congresos, meetings y cursos, en el país y el exterior, por US$ 103.924; adquirimos drogas y material consumible por US$ 20.525, y gastamos en bioterios un total de US$ 102.108.

Los científicos requirieron otros gastos de investigación (publicaciones, servicios técnicos, etc.) que insumieron US$ 75.638.

La moderna Biblioteca Houssay, que utilizan todos los científicos del IBYME, costó US$ 516.768.

Finalmente protegemos los trabajos científicos, de manera que la comercialización de las medicinas que se obtengan, genere fondos al CONICET y a la Fundación SALES para sus programas científicos. En propiedad intelectual y patentes gastamos US$ 15.936.

Nuestro apoyo a Rabinovich – casi US$ 3 millones – lo realizamos según convenios con el CONICET, que aporta sueldos a investigadores.

En tanto, al equipo del doctor José Mordoh, que está muy próximo a lograr la aprobación de una vacuna terapéutica para tratar el melanoma, la Fundación SALES dio a la fecha US$ 3.560.000.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lanzan campaña contra el tabaquismo

 

Cáncer con Ciencia de la Fundación SALES se ha unido a diversas organizaciones sociales y empresas para solicitar que la Argentina ratifique el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco. Recomendaciones de para la sustitución de cultivos de tabaco

 

Cáncer con Ciencia de la Fundación Sales en conjunto con otras organizaciones sociales y empresas, lanzaron la campaña Juntos Contra el Tabaco (juntoscontraeltabaco.com), mediante la cual se recolectan firmas para solicitar al Congreso Nacional que ratifique el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el 2003, la OMS aprobó un Convenio Marco para el Control del Tabaco que fue ratificado por 181 países, pero aún no lo ha hecho la Argentina. En dos oportunidades, los legisladores, en el momento en que se presentó el proyecto de ratificación, no lo trataron porque consideraron que ya estaban contempladas varias medidas de las recomendadas por la OMS. Sin embargo, el Convenio es más amplio y se aplica en articulación con la comunidad internacional, además de plantear medidas concretas y con resultados ya probados para erradicar el tabaquismo.
Las organizaciones y empresas que tomaron la iniciativa son Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica, Asociación Argentina de Tabacología, Asociación Médica Argentina, Cáncer con Ciencia de la Fundación SALES, CEMIC, Fundación Convivir, Fundación de Pacientes con Cáncer de Pulmón, Instituto de Efectividad Clínica y sanitaria (IECS), SaludArte, Selecciones del Reader´s Digest y Sostén-Asociación Civil.

 

Experiencia cercana

 

Uruguay ya ratificó el Convenio. De la mano de su presidente Tabaré Vázquez, realizó una transformación impositiva para encarecer el precio del cigarrillo y debió afrontar un juicio de la principal tabacalera del mundo, Philip Morris, que consideró que se veía afectado su derecho comercial. Un tribunal internacional dio la razón al Estado uruguayo que sostuvo el derecho a la vida.
Las disposiciones adoptadas por Uruguay aumentaron la recaudación fiscal y disminuyeron el gasto en salud pública debido al tabaquismo. El presidente Vázquez, que es oncólogo, dijo que “en Uruguay aumentamos el impuesto al tabaco y redujimos de 30 a 9% los fumadores escolares y de 32 a 23% los fumadores adultos; bajamos el gasto de salud, se incrementó la recaudación fiscal y ganamos un juicio a Philip Morris”.

 

El médico oncólogo argentino Eduardo Cazap, ex presidente de la Unión Internacional contra el Cáncer (UIC) y fundador y presidente de la Sociedad Latinoamericana y del Caribe de Oncología Médica (SLACOM) se ha pronunciado por una pronta ratificación del Convenio.

 

Reconversión
Uno de los principales argumentos de la industria tabacalera es la pérdida de fuentes de trabajo que se generaría en caso de que una baja en el consumo de cigarrillos reduzca a su vez los ingresos de los cultivadores de tabaco. Sin embargo, el Convenio prevé esta situación y ofrece opciones para que éstos no vean reducidos sus ingresos y, más aún, puedan aumentarlos mediante una reconversión agraria.
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Cooperación científica entre Argentina y Australia

Australia se interesó en la investigación argentina sobre el melanoma. Por ello la Fundación SALES becó, en 2017, a la científica del equipo del doctor Mordoh, Florencia Madorsky Rowdo, bióloga molecular e investigadora del CONICET, para trabajar en el Centenary Institute de la Universidad de Sidney con los científicos que dirige el prestigioso investigador australiano Peter Hersey.

Allí se inició un trabajo conjunto, centrado en la caracterización de células de melanoma resistentes a las terapias actuales, tema en el que la científica argentina tiene experiencias que interesaron a los australianos.

“La beca otorgada por la Fundación SALES – dice la Dra. Madorsky Rowdo – me permitió realizar una estadía de varios meses en Sidney, con investigadores australianos que estudian el melanoma, dirigidos por el muy reconocido científico Peter Hersey.”

La Dra. Madorsky Rowdo desarrolló un modelo para obtener unas células, a las que denominó SUR, que servirían a los objetivos mencionados anteriormente.

La relación con Australia proseguirá este año con la posible visita a la Argentina del Dr. Peter Hersey. Esta cooperación se logró tras las gestiones de la Fundación SALES en nuestra Cancillería y en el Ministerio de Ciencia, que dio lugar a una eficaz colaboración de los embajadores de ambos países: el argentino Hugo Javier Gobbi y el australiano Noel Campbell.

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La Fundación SALES coopera con la comisión Nacional de Coordinación del Control de Tabaco

En reconocimiento a la labor que realiza en el área de prevención e investigación científica sobre cáncer, la Fundación SALES fue invitada por el Ministerio de Salud a integrarse a la Comisión Nacional de Coordinación del Control del Tabaco.

La Comisión trabaja para que la Argentina ratifique y aplique el Convenio Marco de Control de Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud, el primer Tratado Internacional de Salud Pública alcanzado por ese organismo de Naciones Unidas.

La falta de ratificación de la Argentina del CMCT desde hace ya 15 años obstaculiza la articulación efectiva con los países del MERCOSUR para atacar el problema en forma global.

El consumo de tabaco causa anualmente en el país la muerte de más de 44.000 personas, destinándose más de 33.000 millones de pesos (2015) en atender las enfermedades que provoca el tabaquismo. Se trata del 7,5% del gasto sanitario total y el 0,75% del producto bruto interno.

Al informar sobre su incorporación en mayo, el director ejecutivo de la Fundación, Lic. Arturo Prins, dijo que la resistencia a la ratificación del CMCT se genera en las provincias tabacaleras, que aducen que significaría un fuerte golpe para los cultivadores de tabaco.

¨Eso no es así, dijo, el Convenio prevé acciones para que los productores de hoja de tabaco no se vean afectados y, más aún, puedan tener mejores ingresos. Misiones ya ensaya sustitutos. Brasil logró introducir cultivos y ganadería con beneficios mucho mayores que el tabaco¨.

 

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Rabinovich fue incorporado a la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos

El joven investigador del CONICET y de Cáncer con Ciencia Gabriel Rabinovich fue invitado a formar parte como asociado extranjero de una institución fundada en 1850 por Abraham Lincoln que hoy congrega a más de 200 Premios Nobel.

La designación de Rabinovich, concretada en abril de 2017, es en reconocimiento a sus logros científicos en inmunología del cáncer y otras enfermedades, que ha podido desarrollar por el aporte mensual de más de 100.000 donantes históricos.  

A lo largo de su historia, la Academia incorporó a 500 Premios Nobel, entre ellos el argentino Luis F. Leloir.

Con Rabinovich, son 11 los científicos argentinos miembros de la Academia, lo que habla muy bien de nuestra ciencia: Juan Maldacena, Eduardo Fradkin, Jorge Dubcovsky y Eduardo De Robertis son miembros activos, formados en nuestro país pero que emigraron e investigan en los EE.UU.; Armando Parodi, Alberto R. Kornblihtt, Alberto Frasch, Sandra Díaz y Gabriel Rabinovich son asociados extranjeros que investigan en el país, con el mérito que ello implica.

 

Otros reconocimientos

Rabinovich publicó 235 trabajos que le merecieron el Premio Bunge & Born, el de la Fundación Mizutani (Japón) y el de la Academia Mundial de las Ciencias, entre los más importantes. Sus logros interesaron a la Universidad de Harvard, con la que la Fundación SALES firmó un Acuerdo de Colaboración Científica con el CONICET.

A raíz de la investigación sobre la Galectina 1, la Fundación SALES firmó en 2011 un Convenio de Invención Conjunta con la Universidad de Harvard, para que sus científicos, dirigidos por la Dra. Margaret Shipp, avancen junto a los nuestros en el logro de una terapéutica para esos cánceres.

 

Investigador de la Nación 2016

 

En diciembre de 2017 el Ministerio de Ciencia designó a Rabinovich Investigador de la Nación 2016, distinción que le fue entregada en la Casa Rosada, en un acto presidido por el Presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri.

En el mismo acto el ministro de Ciencia Lino Barañao entregó a la Fundación Sales una plaqueta “Por su compromiso con el desarollo científico tecnológico del país”.